Nuestra casa en Salta fue una puertita "yoja, yoja, yoja, yoja", como nos explicó su dueña, la hermosa anfitriona Nuria, que hizo de su hogar el nuestro y que buscó que entendieramos de qué hablan cuando hablan de Salta, la linda.
Nu y Eli, la casa nunca es chica cuando el corazón es taaaan grande!
Hasta que por fin un día de feria, se acercó charangueando su figura en carne y hueso, trayendo desde Pergamino hasta Salta mil abrazos de colores.
Con la expectativa de que nuestro reciente (y experimental) taller de cobre esmaltado prospere caída por el piso, llegamos a la feria en Salta en donde, por suerte, encontramos más turistas que en los Valles Calchaquíes.
Al lado, nuestra amiga Julie (oriunda de Bélgica) con amor y paciencia compartió con nosotros el "taller de francés avanzado" y secretos sobre el trabajo con metales.
Armar el puesto fue una tediosa tarea matutina que abarcaba desde conseguir las monedas para el colectivo (que no da vuelto!) hasta procurarse lo que sería el puesto. Esta tarea estuvo dividida: un día los nenes, otro las nenas.
La división no tuvo que ver con cuestiones de género sino de pachorra.
... y la gente se apilaba a mirar!!!
Una vez armado y como en un abrir y cerrar de ojos, nos encontramos quince locos de atar (sumando a Pu y Chor nuevamente y a Martina, Alan y Celeste de Pergamino) cantando y bailando y agitando.
Las finanzas y la alegría seguirán en alza en la medida en que se revivan experiencias similares.
Viajes
A pura cumbia norteña partimos rumbo a Tilcara. Previo avistaje del cerro siete colores en Purmamarca, llegamos a destino. Mientras acomodábamos nuestros bolsos en el hostel, una voz resonó familiar en el recuerdo. Tato, un personaje viajero que, junto con Bocha, nos incursionó en el arte oscuro del macramé, el mundo kombinauta y la música de Arbolito algunos veranos atrás en Cura Brochero (Córdoba). "Colgué en Tilcara" dijo invitándonos a su casa (ya residiendo hace ocho meses en el lugar). Y al día siguiente, al reencontrarnos también con Bocha, comprendimos lo fácil que es colgar en Tilcara: de un par de horas que pensamos quedarnos terminamos pasando tres noches.
Señoras, señores, niñas y niños ¿saben ustedes cuándo es el día del aduanero? El mismo que se nos ocurrió cruzar a Villazón (1º de junio, por las dudas).
La frontera es cosa de grandes. Los mapas los dibujan ellos.
Y mientras los grandes pedíamos permiso para pasar, los más chicos correteaban de acá para allá sin distinguir de qué lado de la línea estaban parados.
3 comentarios:
Que copado que les esta yendo el viaje chicos, me alegra un monton. Así que se encontraron con jorgito jajaja que bueno!!!Meta chacarera y carnavalito hee... Bueno chicos les mando un abrazo grande pa los dos y sigan conociendo gente y disfrutando cada minuto que viven, los quiero...
Marcos
Marqui
Como va?. Gracias por seguirnos de cerquita, te re queremos abrazo gigante...
creo que los seres nos animamos a nacer`porq intuimos q en el camino nos van a pasar cosas como estas..conocernos...
Aunque haya gente q afirme con severidad q para querer a alguien se necesita tiempo,nosotros ya los rrrre queremos,y esperamos la segunda!hablando en terminos de chacarera y haciendo referencia a la segunda visita
y ya saben..la puerta yoja yoja yoja estara siempre abierta!
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